sábado, 26 de diciembre de 2009

84

“Con los números se puede hacer cualquier cosa…”Eso es algo que aprendí del libro “El Péndulo de Foucault” de Umberto Eco.
El número 84 en mi numerología personal significa muchas cosas especiales; a éste en particular le he tomado cariño desde que tenía 14 años. A partir de esta semana y por un año significará algo más y es precisamente lo que voy a tratar de narrar a continuación.
Mi papá nació hace 84 años, en la tercera semana de Diciembre del año 1925, esa era una generación de principio de la década de los años 20, que según lo que él me ha contado, estuvo conformada de niños que nunca conocieron calzado durante toda la niñez, a excepción de una veintena de familias de San José. También eran muy pocos los que apenas lograban terminar la escuela primaria. Dinero no existía para muchos, era tan escaso, pero algún día de suerte de 1933 se encontró un “papelito muy lindo” rodando por el suelo. Cuando llegó a la casa, mi abuela pudo reconocer que se trataba de un billete de 10 colones. Eso significaba poder comprar comida para muchas semanas. Tuvo mi padre muy gratos recuerdos, como el que yo tuve el día que descubrí el internet.
A él le toco descubrir a un hombre europeo muy alto caminando por San José, con un radio de transistores y una catizumba de chiquillos y adultos en la que él se incluía, persiguiendo a este hombre porque llevaba en la mano un aparatito por donde salían voces. Hay cosas que no cambian del todo. También le tocó como a muchos les sucede hoy en día, romper el eslabón de una cadena de abuelo y padre alcohólicos. Ha pasado ya toda su vida prácticamente sin tomar licor.
Si Costa Rica hubiera participado activamente en la Segunda Guerra Mundial, quizás le hubiese correspondido un similar destino al de uno de sus ídolos de la música popular de aquel momento: Daniel Santos, “El Inquieto Anacobero” Por suerte que nunca tuvo que enlistarse para participar en ninguna guerra.
Esta generación del ´25, hoy ya en los 80 y tantos años de edad, es una generación que ya está desapareciendo. Quizás en un futuro a nosotros nos van a recordar por las generaciones prendidas del “rock de los 50’s, la de los hippies de los finales de los 60’s, la generación del disco y en el caso de la mayoría de nosotros, la gloriosa década del pop y rock de los 80’s.
Por todo eso, durante todo este año lo voy a recordar por sus 84 años; además de toda esa música simpática, que aprendí a escuchar de sus viejos discos de vinyl.
La generación de Los Churumbeles de España, Daniel Santos y su famosa canción “La despedida”, Dámaso Pérez Prado, Julio Jaramillo, Trío Los Panchos y hasta de Pedro Infante.
“No sé cuantos años me quedan…”, me dijo el día de navidad, lo cual, me produce sonreír con una mezcla de tristeza, cuando recuerdo que no hay año en que para Enero, siempre me dice: “Usted ya sabe que este año es mi último año con vida…”

Manuel Brenes